Que si te llevas el paraguas, que si no te lo llevas. Que si ha empezado a llover. Que antes de llegar a La Chicuela ha dejado y parece que te arrepientes de haber cargado con él.
Este sábado promete una jornada incómoda. Amenaza un día triste, tristón más bien. Otoñal. Pero no, el otoño en las ciudades del oeste agradece la lluvia. Las calles se despiertan del verano algo insoportable y las plazas y los palacios de la Ciudad Monumental se abren a la música, a la pintura y al cancaneo.
Vía Lucis. Estación 1.
La primera estación para subir escaleras y más escaleras. El Luisa de Carvajal ya tiene tantos nombres que sus padrinos no tendrán para costear tantos bautizos. El Centro Cultural San Jorge, la Filmoteca de Extremadura, la Escuela de Teatro, el palacioqueestáalladodelapreciosasangre y alguno más que los antiguos recordarán.
Que si no hay gente, que si es temprano, que no, que están en la planta sótano, en la Filmoteca, con un pintor famoso, muy famoso.
Antropocosmos es de tal dimensiones que se sale del objetivo de la cámara. Metáforas de la cosa cinegética. Al otro lado, escombros sobre cariátides y hombres con cascos tipo moteros del futuro.
Vía Lucis. Estación 2.
Palacio de Moctezuma. João Louro presenta estos días una gran exposición en el Museu de Arte Contemporânea de Elvas, el MACE. Hay que visitarla. En el Palacio de Moctezuma Joâo Louro es Hamlet y Shakespeare. Danés y portugués.
Vía Lucis. Estación 3.
Palacio de los Becerra. Recuerdos de JR y de Dallas en Rumanía. Viajes a Hanoi y obra de la gran Esther Ferrer.
No deja de llover. Que si no es intenso, que se puede pasear tranquilamente, que mira ahí abajo en la plaza, que está entrando un monje tibetano y detrás unos novios recién casados que se vienen a hacer fotos en la plaza de San Jorge, que si la plaza está okupada, que si no se pueden hacer conciertos. Que te espero en El Corral.
Vía Lucis. Estación 4.
El Corral de las Cigüeñas.
Cerrado. Por fiesta privada. Que sí, que estamos invitados, que no hemos traído regalos a los anfitriones. Que ponte la pulsera amarilla. Más gente que en la guerra. Gente amiga. Gente muy querida. Anfitriones estupendos. Me colé en una fiesta. Vino para todos y mucho de comer. El cónsul francés como un brazo de mar atendiendo a los invitados. Gran tipo. Welcome Home.
Había que salir pitando. Nos esperaba el otro barrio.
Vía Lucis. Estación 5.
La Mejostilla. La lluvia pone música en el techo de la nave. Las calles del Polígono Empresarial desiertas. Las farolas encendidas sobre la nada hacen que sus calles tengan apariencia de paisaje urbano postnuclear. Nublado y sin paraguas llegan las coleccionistas de Madrid. Y después el grupo de artistas.
Para ir del taller de César David al de Ana H. del Amo si hay que coger el paraguas. Era la primera vez en el de Ana.
Anochece y al parecer hay que ir comer cordero.
Vía Lucis. Estación 6.
Malpartida. Museo Vostell. Lavadero de lanas. Todo el artisteo ha quedado aquí. Que si me quedan dos días para entregar la tesis, que si mis padres se han tenido que llevar a las niñas para darles la cena, que si es mi cumpleaños y tengo a los invitados ahí, al fondo de la cafetería, que si acabo de hacer el último clip del nuevo grupo de rock de la ciudad, que cuánto tiempo hace que no nos vemos, que si me he tenido que volver de Londres, que si nos hacemos un selfie para recordarlo, que si no podemos traspasar la línea que han puesto en el suelo, que si es para las bailarinas, que qué guapa y qué grande está Zoe, que verás cuando le diga a mi madre que la he visto.
Las bailarinas llevan a sus espaldas dos animales despiezados. Luego comeremos cordero tangado. MJ Tobal viene de fuera para bailar. El alemán de Malpartida la conoció hace ya muchos años. Ahora es procuradora en las cortes castellanas por Podemos.
Han venido niños como de excursión. Muchos niños. Permanecen quietecitos sentados en el suelo. Los sonidos del acordeón nos trasladan a Buenos Aires, a los años de Borges, para quien el artista alemán de Malpartida estrenó el Tango de hormigón.
Vía Lucis. Estación 7.
Cáceres. Plaza Marrón. Psicopompo.
No deja de llover. Vuelta al tango. Confesión. En la versión de Malevaje. Han pasado más de veinte años desde que sonó en El Corral, donde la fiesta privada de las pulseras amarillas, donde Juan Barriga y Richard Kucab nos recordaban que habían vuelto a casa, que si hemos dejado París, que si ya he terminado las clases, que me alegro de que hayáis vuelto, que si qué bochorno porque era el único que no sabía de tu cumpleaños y llegué con las manos vacías y además con un no-invitado, que qué rica estaba la paella, que si discúlpame, que no sé como desfacer este entuerto, que tan sólo lo puedo hacer con estas líneas para daros las gracias a los dos.
Vía Lucis. Postdata.
Oye, te llevo a casa que está lloviendo y has dejado el coche en el otro barrio. En el barrio del Oeste, donde celebran los Sábados de Gloria cuidando de los pájaros, tocando el saxofón, incubando pollos en un estalache tipo microondas o limpiando la exposición de motos en miniatura. Ya sabes que algún día tenemos que hablar de este barrio y de este polígono tan pinturero.
Oeste. Octubre. Veinticuatro. 2015.
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