En los últimos tiempos los hermanos Carlos y Jorge Escobedo están adquiriendo la buena costumbre de pasar por casa al menos una vez al año.

El 29 de noviembre del pasado 2014 los hermanos veratos ya visitaron Extremadura y la montaron en el mismo lugar, en el mismo pabellón, en Mérida, en IFEME.

Ya se sabe que el sonido en este tipo de pabellones no es el que a todos nos gustaría, por eso es de agradecer la lucha que los técnicos tienen con los elementos para poder conseguir un ambiente sonoro al menos digno.

El 11/12/2015, casi en las puertas de las fiestas de fin de año, los Escobedo traían su gira de 20 años a su tierra extremeña. En estos 20 años no solamente caben Sôber. Skizoo y Savia, los proyectos paralelos que ambos hermanos montaron en el paréntesis que dieron a la casa matriz, también tuvieron su momento en el concierto emeritense.

Ellos vinieron con todo su arsenal. Lástima que la respuesta del público se tradujera en una triste asistencia. Lamentablemente nos estamos acostumbrando a tener carteles de lujo en espacios casi vacíos. No deja de ser algo que nos hace sentir aún más privilegiados, pero no hay duda de que ese sentido de privilegio es algo amargo. Los hermanos Escobedo bien se merecen un sold out en su tierra extremeña. Lo consiguen allá donde van y aquí, por lo que se ve, no hay forma.

Y eso que pocos pueden presumir de una trayectoria tan intachable como la de Sôber. Su forma de leer el rock no tiene que gustarte. No es obligatorio. Pero su solvencia, su honestidad está por encima del nivel medio. El cuidado melodramático que le aportan a sus textos los hace diferentes. Su concepto musical tan exquisitamente cercano a cierto tipo de teatro los hace imprescindibles en nuestras agendas.

El primer tramo del concierto lo dedicaron a recordar algunos de sus temas más emblemáticos de discos como Morfología (Condenado o Loco), Paradÿsso (Arrepentido) o Reddo (La Nube o El hombre de hielo).

Acompañaron a los Escobedo en este inicio las guitarras de Antonio Bernardini y los platos de Manu Reyes y fue, sin duda, una excelente forma de entrar en calor.

La presencia de Alejandro Martínez, Morti, y Jesús Pulido dio paso a algunos de los grandes temas de Skizoo. Permanecieron Jorge Escobedo y Manu Reyes quien no se bajaría en ningún momento del concierto. Renuncia al sol o Dame aire recordaron a un proyecto repleto de himnos, de ambientes casi teatrales también, donde Morti ejerce de maestro de ceremonias focalizando el espíritu visual de Skizoo.

La vuelta a escena de Carlos Escobedo ataviado con su sombrero cowboy anunciaba a Savia para recordar temas como Insensible o Agua para tu sed.

Sôber volvió a sonar con los temas de sus discos más recientes. La Araña, Tic Tac , Encadenado o la apabullante y definitiva Blancanieve recordaron a Superbia o a Letargo.

Con todos juntos en formación de plataforma cerraron el concierto con Y serás canción, la pieza en la que homenajearon al productor Big Simon y cuyo recuerdo extendieron a Alberto Madrid, el primer batería de Sôber y Savia.

Más de dos horas de intensidad, de emoción, es lo que ofrecen los hermanos Escobedo en esta gira de exaltación de sus 20 años en los escenarios.

Tiene que haber su parte de liturgia, claro. Los solos de batería, que tanto nos aburren, y la llamada permanente a la estética de cuernos, pero un concierto de Sôber es, sin duda, mucho más que eso, es un acto de entrega en el escenario, una declaración de decencia musical, de un primoroso y bello repertorio defendido con pulcritud en pabellones no aptos para conciertos.

Fuimos pocos los afortunados, pero este concierto será recordado como uno de los momentos más excelsos del año que acaba. No se oyeron versos tan tremendos y demoledores como Muérdeme como si fuera en esta vida tu último bocado / Arráncame hoy la piel a tiras y quítame la vida que aparecen en Letargo, pero qué más da...ya hace tiempo que estamos encadenados a la propuesta tan exquisita de los Escobedo…ya hace tiempo que contamos los minutos para que vuelvan en verano a Villanueva, al corazón de La Vera, a hacer sonar sus canciones en la plaza que desde 2012 lleva su nombre.

P.D. 1.
Gracias a José Ramón y a Alex Aparicio por facilitarnos tanto las cosas, y a los hombres de negro, Abel, Andy y Rodríguez, los chicos Índalo, por su colaboración, siempre.

P.D. 2
Pues sí, nos aburren los solos de batería inevitables en estos conciertos, pero no olvides que Manu Reyes ofreció una lección a los platos. Fue el único que permaneció en sus puestos de ataque durante todo el concierto. Chapó.






> FOTOGALERÍA Sôber en Mérida 2015




By Cantarrana. Oeste. Diciembre. Trece. 2015.


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