By Cantarrana



Nos hubiera gustado verlos en casa. En Badajoz. En la Sala Aftasí. A veces se echa de menos una sala de conciertos, la propia ciudad y a los amigos que en el mundo son.

Lúa Gramer presentaba su disco el 23/01/16 en Cáceres. En la segunda planta del Gran Teatro, donde el cafetín. Una lucha para el técnico a la hora de sonorizar y hacer inteligible el ruido ordenado frente a las voces etéreas.

Llegamos a ellos ya hace tiempo, cuando nos daban la impresión de ser un proyecto de mesa camilla, una propuesta intimista, acústica, como para no molestar los dulces sueños del bebé.

Detrás de los nombres de Lúa Gramer reconocemos la estela y los mundos cercanos de grandes nombres del pop pacense y extremeño.

A Luis Gragera le encontramos en los universos paralelos de Spencer, Nadadora / Diva, Pasajeros, un embrión fallido montijano con nuestros sastres particulares, o los definitivos Lich, sin duda alguna, escuela, llave y bandera de la música contemporánea a este lado del Oeste.

A Eugenio Abengózar seguimos esperándolo en The Wish, una especie sónica a conservar y a preservar.

Miguel Ángel Gragera nos da la pista de David González Toro, nada menos que Pequeño Tío y Morphoid, de cuando los primeros tiempos de Extrematrónica.

A Manuel Salitre le tenemos menos fichado (de momento), pero nos ha parecido verle en la Mercantil con Betta splender, un curioso proyecto del que esperamos prontas noticias, y en su nombre propio, y, según nos chiva, así por lo bajini, MAG, en Beach Fuckers y con Susi Oyola y siempre con su guitarra atacando acordes desbocados.

A efectos cronológicos consideramos de 2016 este disco que sale en formato vinilo a través de Clifford Records, y que se grabó en 2015 en tierras andaluzas con Paco Loco, el gurú.

La mesa camilla de los Gragera-Merino se ha transmutado en energía indie noventera. Le auguramos un largo recorrido.

Pero eso ya lo contaremos en marzo, en estas mismas páginas y firmado por otro gurú. Pero el gurú de aquí, el de las Vegas, no el de la bahía.

De momento, aquí van los recuerdos visuales del concierto cacereño. Para ir entrando en calor. Incluso los puedes ver en formato pantalla completa. Un alarde de tecnología free, oiga.

No los ves, pero por allí, entre otros, estaban también Inma Glez. y Alfonso Búrdalo aportando el aliento y apoyo que dan los anfitriones, recién llegados de Orellana, donde ahora van a nado pantanero los futuros Burgim, y Lourdes Viana y Titi, que andaba bregando con lo suyo, y Carlos Ortiz, disfrutando de lo lindo, y Antonio Martín con su cámara pegada al alma de fotógrafo constante. ¡Qué nos gusta el eco de sociedad!



By Cantarrana. Oeste. Enero. Veinticinco. 2016.


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