By Miguel Ángel Gragera



El proyecto musical de Luis Gragera y Susana Merino, junto a los músicos David González, Eugenio Abengózar y Manuel Salitre, recibe el nombre de Lúa Gramer. Gramer, como abreviatura de los apellidos Gragera-Merino y Lúa, como regalo y homenaje de unos padres para los que la música es una parte importante de su vida, a su pequeña hija, Luna.

Cuando desde el proyecto Cantarrana, a través de Grada me invitan a escribir sobre esta peculiar formación musical, una tormenta de emociones e ideas me invade el espíritu, pero al mismo tiempo, un antojo de sinceridad, parece nublar mi ilusión; cómo escribir sobre el trabajo y la pasión de tan conocidos amigos sin alejarme de la objetividad que tanto los lectores como el propio grupo musical se merece.

Así pues, tengo la excusa perfecta para que sean otros quienes redacten parte de estas líneas.

Permitidme por tanto, una breve introducción para dar paso a varias opiniones, críticas y comentarios hacia la banda pacense.

Corría el año 2009 y lo hacía más despacio que deprisa. Tan despacio, que Susana y Luis, jugaban con el pequeño Bruno a hacer pop en casa.

Un proyecto musical familiar con un encanto muy especial, rezaba el titular de la revista La Ventana en noviembre de 2009.

Mis Huéspedes Internos” fue el título de su primer Ep de cuatro canciones grabado con tesón y cariño en casa. Autoproducido, autoeditado, autonomía universal. Sus canciones podían escucharse en Myspace y en un CD-R que con júbilo regalaban a amigos y familiares.

Ha llovido desde entonces. Lúa Gramer comenzó a dar el salto vital ampliando su formación en 2013, incorporando a sus filas a grandes músicos de la escena musical extremeña.

El primero fue David González, antes Morphoid en solitario, jugueteando y experimentando con la electrónica a mediados de la pasada década y un lustro después bajista en Pequeño Tío. Después llego Eugenio Abengózar, otro titán creativo al que encontrábamos sonorizando a grupos en directo en la sala Aftasí y remezclando o produciendo melodías imposibles en su casa, para después zarandear con acierto los teclados en The Wish.

Eu ahora se sienta a la batería, pero en cualquier momento se puede levantar para tocar teclados o guitarra. Pero de las guitarras y los ambientes huracanados ya se encarga Manuel Salitre. A Manuel ya lo encontramos en Betta Splender, Beach Fuckers o junto a Susi Oyola, entre otros. Ahora ruge en Lúa Gramer.

Así pues, Susa, Luis, Eu, David y Manuel lo pensaron detenidamente, tenían claro que querían sonar a Lúa Gramer y se fueron a grabar nuevo disco al Puerto de Santa María, a los estudios de todo un gurú del sonido indie patrio, Paco Loco.

Agustín Fuentes fue el primero en hacerse eco de la noticia, entrevistando a Lúa en su espacio radiofónico “La Merienda” en Canal Extremadura Radio y nombrando a la nueva formación como el “súper-grupo indie” extremeño actual. De aquí al Festival Contempopránea hay solo un pasito. Me la juego.

“De lo imprevisible a lo bello” titula su artículo sonoro el magazine radiofónico iPop FM.

Una formación pacense influida por el indie noventero que publica un trabajo con un común denominador: el equilibrio del ruido, las voces y los pequeños detalles. Una amalgama de tiempos rápidos y furiosos, como un caballo desbocado y la calma después de una tormenta.

“Hemos encontrado nuestro sitio, somos un grupo nuevo”, le contaban a Gema Guerra del Periódico Extremadura poco antes de su actuación en directo en la Sala Dos del Gran Teatro de Cáceres. Era la presentación de su mini-Lp de título homónimo, disco en formato vinilo editado por la discográfica Clifford Records. Aquel concierto fue su puesta de largo en la ciudad cacereña, pocas semanas después de la presentación que hicieran en la sala Aftasí de Badajoz.

Y allí estuvieron mis compañeros de Corredores de Ideas, cámara en mano y oído cocina, fueron testigos de una furia etérea cuyas semillas ya desgranaron en el anterior número de Grada.

También estuvo nuestro amigo Alfonso Domínguez Vinagre, apasionado melómano que escribió en su Facebook unas acertadas líneas cuyos fragmentos aquí me gustaría transcribir.

“Hay vida en el suroeste. El mini LP de Lúa Gramer es un discazo que lo demuestra. Todo suena ahora más pulido, matizado, maduro y brillante. Más seguros de sí mismos y conscientes de su propio camino. Y nada que objetar a aquellas preciosas y domésticas canciones de su primer EP "Mis huéspedes internos" colgado en Soundcloud; maravillas como "Tizas", "Portugal" o "El mar nuestro" en las que las guitarras andaban más crudas y escondidas y la voz de Susana más desnuda y más al frente.

Pop de aquí que no tiene nada que envidiar al que se factura en el resto de las Españas, sembrado de guitarras intensas, melodías encantadoras y voces etéreas repletas de sensibilidad, donde surgen ecos del indie noventero, fresco, fuerte y dulce.

Un trabajo muy digno que debería desde luego traspasar el túnel de Miravete.”

Y estamos seguros de que así lo hará, pues si algo hemos sacado en claro es que Lúa Gramer desprende talento y calidad por los cuatro costados y si a ello le unimos una buena dosis de trabajo, el éxito está asegurado.

Para nosotros, desde luego, ya han triunfado. Tan sólo nos queda desearles lo mejor en esta nueva andadura. Anoten el nombre: Lúa Gramer.



Edición original en la Revista Grada:




Oeste. Marzo. Quince. 2016.


• • • Especial Lúa Gramer

..