Un reportaje de Cantarrana



[00]
Dicen que los hombres tenemos un gran problema con nuestro entorno. Con todo aquello que nos rodea.

Que los hombres tenemos un problema con la naturaleza.

Porque pensamos que nos pertenece, que podemos hacer con ella cuanto queramos. Que poseemos sus dominios y somos los dueños de sus mapas, de su geografía.

Que los hombres tenemos un problema con los animales que nos acompañan. Porque pensamos que nos pertenecen, que podemos hacer con ellos cuanto queramos. Que somos dueños de su identidad, de los horizontes de árboles en los que cuelgan perros abandonados después del rito atávico de la caza.

Que los hombres tenemos un problema con las mujeres.

Porque pensamos que nos pertenecen, que podemos hacer con ellas cuanto queramos. Que somos sus dueños y que poseemos su propiedad. Que amansamos su hálito de vida. Que si no es para mí, no es para nadie.

Ya lo hemos contado otras veces, pero en la cultura lusitana Ataecina era la diosa de la primavera y la fertilidad. Su santuario matriz se encontraba en El Trampal, el lugar en el que hoy contemplamos maravillados esa pequeña joya que es Santa Lucía.

A Ataecina se la llamaba, a menudo, Dea, Sancta, Domina, y el animal que la representaba era una cabra. La misma cabra cuya silueta es la imagen genérica que usamos en Cantarrana para identificar nuestro proyecto. Nuestro icono.

Y hoy tenemos mujeres. Por activa y por pasiva. En música y en arte. En las ondas, breves retazos de voces de mujer.

En las redes, pequeños reportajes de mujeres que han expuesto en los últimos meses en galerías cercanas. Y todos estos reportajes son de nuestra casa común lusitana. De nuestra propiedad. Ya sabes Que si no es para mí, no es para nadie.

[01]
ANA NARANJO. Ana pertenece a una de esas sagas cacereñas en las que la música ha estado siempre presente. Hace un tiempo que Ana Naranjo dejó de ser Ana Naranjo y se convirtió en Linda Mirada. Linda Mirada es epítome de himnos hedonistas con regusto ochentero. Es pop desenfadado ideal para los domingos por la tarde. ¿No? Por supuesto que no. Detrás de este aparente desenfado se esconde un trabajo laborioso para llegar a la pura esencia pop.

[02]
CAROLINA PIÑERO. Con el comienzo del nuevo milenio Montijo es un volcán de ideas. Mientras en la calle de al lado Súper 8 asombraba a medio mundo, a pocos metros Carolina Piñero nos deleitaba con sencillas canciones pop de actitud folk. Después de 3 al Son llegó Miguel Ángel Gragera. Juntos abren el Cajón de Sastre, un enorme baúl de tejidos musicales deliciosos. Sensibilidad a flor de piel.

[03]
CRISTINA MARTÍNEZ. La musa del Downtown neoyokino. Su periplo es impresionante. Un lujo para Extremadura. Al fondo, Campanario.

Cristina Martínez abandonó su paisaje fundacional para emprender un viaje en el tiempo, en las formas y en los espacios. Aún hay quien la recuerda en Campanario, en el horizonte inmenso de La Serena. Hermosa, hermosísima como la montijana Elvira Quintana o la también bellísima Florbela.

A mediados de los años 80 del pasado siglo nos la encontramos en Washington D.C. Aquí empieza la leyenda.

Cuentan las crónicas que en 1985, durante un concierto de la banda Jesus & Mary Chain, conoce a un tal Jon Spencer.

Eran días viscosos. De alambre. De crestas. De ruido, mucho ruido. De guitarras sucias. De música en los garajes.

El tal Jon Spencer toca en grupos de sótano. Underground se dice. Downtown se llama. Cristina Martínez es ya una joven viajada y “bruseleada”. Forma parte del engranaje salvaje de la ciudad.

Cristina Martínez y Jon Spencer comienzan una aventura comunal que ya forma parte de la memoria más oscura del rock global.

Pussy Galore, Honeymoon Killers o Boss Hog conforman un esotérico círculo para iniciados en eso que algunos denominan el Trash Rock neoyorkino.

[04]
CRISTINA MENDOZA forma parte de Satcconnia desde 2008, año en el que este proyecto de metal melódico vio la luz en Mérida. Pasaron cuatro años para, por fin, poder escuchar Chaos, el primer disco del grupo. Cristina Mendoza te transporta con su voz a universos mágicos, a la Tierra Media, a los territorios de la épica.  

[05]
DISCÍPULO DE LA RIMA. Desde Mérida y emboscada bajo aka llega a la nación capucha DR. Hip Hop militante y comprometido. No deja indiferente a nadie. Para seguirle la pista, sin duda.

[06]
ELIA MAQUEDA es poetisa. De Badajoz. Y además, en 2009, conformó con Pablo Medel el proyecto Medelia. Música pop de ambientes folks. Medelia publicó en 2010 su primer trabajo, Light Breaks Where No Sun Shines, título que hace referencia a un poema de Dylan Thomas. Entre 2011 y 2012 publican, semana a semana, su última propuesta, Non-Places. La voz de Elia nos devuelve a los paisajes abiertos y a las tardes de picnic. No nos cansamos de escuchar Stray Cats. Y ahora anda con Ruiseñora, un delicado proyecto casi familiar.

[07]
ESTELA tiene una larga trayectoria musical. Sus antecedentes, hasta que llegó Sobreviviré, se adentraban en otros universos musicales ajenos al territorio sonoro de Cantarrana. Con Sobreviviré se reinventa y se acerca a la cultura pop acompañada de grandes músicos y siempre bajo el ojo supervisor y el aliento de su eterno Julián.

[08]
JOANA MARGAÇA nos tiene comprados. Hemos hecho muchos kilómetros para disfrutar de su voz y de la propuesta de una de las joyas de Cantarrana, Uxu Kalhus. Hemos hablado tanto de ellos que si indagas un poco en Cantarrana te los vas a encontrar a cada paso, porque son una de nuestras debilidades eborenses.

[09]
LAURA PASCUAL es Laura Niña, o Laurap o Laura. Hip Hop desde Cáceres con acento femenino. Con 15 años ya andaba rapeando por los rincones del desasosiego. Su Música es un himno de la nación capucha.

[10]
MAITE PAZ. Supimos de su voz una noche en el teatro, en Cáceres. Estaba al frente de Bálsamo, y presentaban Vuelo de Lechuzas. Se descorría el año de 1997 y en aquel concierto nos ofreció un rosario de canciones de supervivientes de garitos nocturnos repletos de humo.

Luego nos enteramos que algo tenía que ver con Miajadas, y conocimos su lado más rockero en Más madera. Seguimos sin saber los títulos de los temas de la maqueta que hay en Cantarrana, pero no nos cansamos de escucharla. Seguimos con una mano delante y otra detrás. Hoy es Eme Paz y pasea su radical romanticismo por los escenarios enfundada en su guitarra y su sombrero de fieltro. Grande.

[Dea, Sancta en la radio]




[Sobre las mujeres en Arte]

..
..
..
..


[Música para respirar]



Oeste. Marzo. Seis. 2018