Un reportaje de Cantarrana



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El 17 de mayo de 2015 nos dejó Enrique Fernández Medina. Henry Malatesta. Henry.

Cuentan las crónicas cantarraneras que gracias al empeño de un librero de Badajoz se pudo grabar en 1981 un disco que forma ya parte de la historia extremeña. Es el primer LP de rock del que tenemos constancia en Extremadura. Accion Rock Band. Así, sin tilde.

Enrique Fernández fue la voz de Accion Rock Band. Temas como Colores o Cerro de Reyes ya hace mucho tiempo que pertenecen a nuestra memoria musical.

Con el paso del tiempo nos volvimos a topar con Enrique Fernández y su exquisita sensibilidad en su proyecto personal y también íntimo que quizás mejor le define, Henry Malatesta. Una guitarra, una voz y poesía urbana y serena.

Cira y Ulises crecieron a su lado y bebieron de sus sorbos de sensibilidad paterna.

En 2004 conforman Cira y Yo, su bautismo conjunto, un proyecto en el que se embarcaron a manos rotas.

Durante algunos años desanduvieron sus propios caminos.

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Ulises Fernández se forjó rodeado de libros, cerca de James Joyce, Telémaco, Penélope y no muy lejos de las casas en el cielo y otros quelonios.

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En torno a 2006 Cira Fernández comienza a trabajar con Raúl Marques y sus músicas se visten de un delicado deje rayano, hasta que ambos, Raúl Márques y Cira Fernández se embarcan en 2010 en Olivenza, un proyecto delicioso en el que se aúnan los sones balcánicos y los ecos portugueses. Olivenza obtiene un resultado arrebatador.


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La evolución del insecto vio el nacimiento de Cira y Ulises, el nuevo proyecto de los dos hermanos. En la carátula, y como un entrañable y hermoso homenaje a Enrique Fernández, una imagen familiar, con sus padres vestidos con narices de payasos y el título del disco, al que también recuerdan con aquello del insecto.

Era el año de 2015. La voz de Enrique Fernández nos dejó para siempre. Y nos quedó la herencia en forma de tributo eterno. Un tributo vital, de familia, de sangre, no como esos proyectos infumables y espurios que tanto están de moda por los lares escénicos.

Badajoz no ha olvidado a Enrique Fernández, a Henry. Su imagen y su recuerdo han presidido el escenario del López de Ayala sobre el cual pasaron buena parte de los músicos de la ciudad para recordar su figura.

El disco contiene seis temas y momentos intensos como La Bestia Negra o La Chica del Agua, y ecos del viejo blues como Viajando.

Y una casa en el cielo, la canción que Ulises ya hizo sonar en 2013 con Penélope y Los Libros. Porque en el fondo todo este disco es un canto a la figura paterna que perdieron, la voz que a todos nos dejó huérfanos de sensibilidad aquel día de mayo de 2015.


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Dos años después los hermanos Fernández abrieron las puertas de su habitación de la música. Discos Henry es ya una realidad, y ese cuarto de las canciones que da nombre al disco evoca también el espacio sagrado en el que el padre hacía escuchar los discos recién llegados a sus hijos, discos con los que Cira y Ulises crecieron. Y no faltaban los Rolling y Bob Dylan, claro.

La habitación de la música contiene cinco temas. Es, en el fondo, como la segunda parte del proyecto de aires familiares que comenzó con La evolución del insecto.

Un disco que se inicia con un monumento. Golondrina. Una maravillosa canción que Cira Fernández deleita mientras recrea la belleza del agua, del río, de la alcazaba, del Guadiana. Una delicia fantástica. Para escuchar y perderse en un bucle.

Cira vuelve a sorprendernos en el inglés de Badajoz. The Music Room. Y el paso del tiempo. Un gran tema, sin duda.

Bien es verdad que después de estas dos maravillas, el resto se nos antoja algo pequeño. Y eso que estamos ante dos excelentes temas interpretados por Ulises con producción exquisita y cuidada. Y eso que, en el fondo, nos sigue costando sobrellevar el toque blusero de supuesto deje andaluz y de buenrollito con el que a veces se nos aparecen las canciones de Ulises,  y que no siempre entendemos viniendo de Badajoz, al lado de Elvas, sin ir más lejos. Y eso que ese momento de armónica es tan breve como delicioso.

El disco concluye con Colores. Es sin duda el tema más popular de Accion Rock Band. Y esas resonancias de producción setentera nos devuelven a las primeras músicas de nuestra vida. De cuando la calle era gris pero en las ventanas nuestras madres colgaban macetas de geranios de colores.


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Con la llegada del nuevo año aparece El hombre araña. El disco en solitario de Ulises Fernández. Diez temas entre los que disfrutamos con algunas de las canciones que en su momento ya grabó Enrique Fernández en su momento de Henry Malatesta. Malévola y Como un animal nos dirigen acompasados a esos recuerdos.

Retoma la Virgencita que ya hizo sonar en los tiempos de James Joyce y Los Libros (2011), a la que le aporta muy buenos arreglos.

Por la senda de cantautor,  de esa senda de toda la vida,  transita Mataré por salvar los papeles, y por los caminos del blues y de algo de rock lo hacen la lluvia y la hierba y las revistas.

Y todo para quedarse aquí. Pareciera que Virgencita, las versiones de Malatesta, los papeles, la hierba, el papel couché del WC, esa hermosa Malicia, se dirigen a un lugar común en el que buscar reposo, que todos los temas de El hombre araña te invitan a llegar al final del disco, y en ese final sereno está Aquí.

Una joya hecha desde el corazón, desde el tiempo tranquilo. Si tienes prisa, no la escuches, no la mancilles. Esta canción es para saborearla a fuego lento. Para masticar cada acorde de guitarra tenue y los delicados sorbos del coro final. Para aromatizar tus tardes de sábado con la esencia y la fragancia de la flor de azahar. Paz. Para pasar delicadamente las páginas de la libreta que una tarde compró y en la que aparecía la imagen de Spider-Man. Y es muy posible que en esas páginas se encuentre esta canción.

P.D.
En el Gurugú, al otro lado del río, muy cerca de la Avenida del Sol, en los márgenes otros de Badajoz, se encuentra la casa Zero. De Zerodb salen hacia el mundo exterior e interior los cuidados sonidos de estos grandes discos. Y por allí dicen y cuentan que anda Oliver González. Ya hace muchos años que Luis Carlos nos trajo una cinta de cassette de los Paranoikal Moon. ¡Qué buen material! Desde entonces escuchamos el nombre de Oliver con cierta frecuencia. A ver si un día de estos le podemos llevar el DAT de los Animal que nadie tiene. Que ya va siendo hora.


[44 años de música en familia]



[La músicas]



Oeste. Abril. Uno. 2018